Brasil 4. Chapada Diamantina.

A Chapada Diamantina é uma região de serras, situada no centro do Estado brasileiro da Bahia, onde nascem quase todos os rios das bacias do Paraguaçu, do Jacuípe e do Rio de Contas. Essas correntes de águas brotam nos cumes e deslizam pelo relevo em belos regatos, despencam em borbulhantes cachoeiras e formam transparentes piscinas naturais.

Alguns atrativos naturais causam espanto e êxtase, como a Cachoeira da Fumaça e seus 380 metros de queda livre ou o deslumbrante Poço Encantado. Mas são tantas as atrações que se pode optar entre visitar grutas, tomar banho de cachoeira, fazer trekking em antigas trilhas de garimpeiros, montar a cavalo ou praticar esportes e aventuras. Uma região onde os garimpeiros (buscadores de diamante) puseram seus olhos para olhar seus tesouros em um cofre de jóias naturais.

Un balcón con 380 metros de vacío. Mirando la Cachoeira da Fumaça desde arriba.

Cachoeira da Fumaça desde abajo. Dónde estoy??? Mira la imagen al final de esta entrada.

Y payá que nos fuimos,… con lo mínimo pero imprescindible, un vuelo a Salvador de Bahía y luego 6 horas de autobús hasta Lençóis. Dispuestos a hacer travesías a pie, en autosuficiencia,… nuestra primera sorpresa a la llegada y medio dormidos a las 4 de la mañana es que todo debe hacerse casi obligatoriamente con guía (100 reales por persona y día). 

La humedad hace que crezca vegetació

Más descansados, compramos un mapa y decidimos por cuenta y riesgo perdernos en este vergel natural bañado de unas aguas del color del vino dulce de nuestra tierra. La ruta más complicada por la cantidad de senderos y la poca información, ya que esto se trata de un negocio y la forma de vida de un pueblo,  la de catarata de la Fumaça y con lo de desafío que ello supone payá que tiramos. Para que contar cuando las fotos lo dicen todo. Y así fueron seis días en medio de la naturaleza, una naturaleza indomable, abrupta y brutal para los sentidos,… que hacía sentirnos McCandless en su Alaska. 

 

Qué lugar para acampar!!!

Ríos, saltos de aguas, corrientes, lluvia, verdes, humedad, vacíos, cielo, noches, días, flores, caminos, poquísimas personas, platos feitos, la pousada de Seu Eduardo (que para hacernos una idea, se trata de un lugar a 15 km a pie de cualquier muestra de civilización, sin luz, ni televisor,… donde viven dos chicas que la gestionan sin hacer caso al paso del tiempo por sus vidas y donde pudimos descansar en un colchón y disfrutar de la paz en la que viven).  

Casa de Seu Eduardo.

Y así, viajando con lo mínimo, es cuando uno se da cuenta que no necesita más y que alcanza lo máximo a que se puede aspirar,… y para no ser demasiado descriptivo os mando unas fotos de lo que ha sido una travesía inolvidable, llena de belleza, naturaleza y que nos ha animalizado un poco para hacernos sentir como en casa.

También existen peligros. Se me cruzó una serpiente Coral (de las más venenosas del mundo!!!). Mi escasa coordinación y mi mucho miedo me hicieron dar un salto infinito... (aunque yo sabía que era la falsa! Porque la verdadera es roja negra, roja negra, y esa era negra roja, negra roja. Todo eso me dió tiempo valorarlo en questión de segundos 

y mientras ponía a Cami delante de mi).

Que diminutos somos ante los abismos!!!